Invierno 2015
Es una mañana fría de febrero, como cualquier otra de invierno en la ciudad; sin embargo hoy el frío me corre hasta los huesos, una sensación de incertidumbre, de desaliento.
Mientras que el porque de ello mi alma no lo alcanza a comprender si sabe el origen, es por eso que comprenderlo va mas allá de mi entendimiento
Estas en la cima del cielo en cada aspecto de tu vida y sin previo aviso despiertas una mañana para darte cuenta que tu mundo esta totalmente de cabeza.
Los sentimientos ignorados
Las metas destruidas
El corazón hecho pedazos
La entereza tambaleándose
La esperanza quebrantada más inexplicablemente aun de pie.
Las posibilidades contradictoriamente pintan mejor que cuando me encontraba arriba
La ruta para navegar mas clara que nunca,
Solo, triste, deshecho por dentro pero milagrosamente mas vivo que nunca, una paradoja sin explicación.
Hay momentos en los que perderlo todo, lo material, lo práctico y hasta un amor son lo mejor que le puede suceder a uno.
Desgarrante y nada fácil de digerir pero real y no hay mas que aceptarlo o naufragar para siempre.
Volver a mirarte al espejo sin que este empañado.
Sin necesidad de mascaras, tal cual soy, tragarse el miedo y recobrar el gusto por lo que veo, el respeto por lo superado, el orgullo por lo logrado y simultáneamente la humildad de que sin la mano de Dios no habría llegado a este aparente desolado pero maravilloso punto de partida.
Sin una sola mascara, que hasta mi llegada a esta ciudad no tenia y mucho menos la necesidad de ellas.
Es desilusionante llegar a un lugar que en algún momento me considere parte de el y descubrir que a menos que cargue una colección de mascaras no pertenezco aquí, a menos que este dispuesto a usar una mascara diferente para cada circunstancia, la transparencia asusta a las personas .
Entre mas máscaras tengas mas astuto eres considerado, mas brillante
Si eres mujer, a mayor número de mascaras mayor tu sofisticación y si eres hombre mayor tu valor.
La transparencia, honestidad e integridad son virtudes obsoletas para ser vividas de acuerdo al pensamiento de las personas de esta ciudad, sin embargo presumen de
serlo; irónico y risible.
Y de repente de la nada, frente a ti conoces a otra alma que detesta las mascaras que por lo tal ha encontrado dolor a lo largo del camino mas elije seguir sin mascaras pues la hace ser real y muy cercana a Dios.
Un alma infinitamente bella, hermosa por franca, transparente y principalmente por su maravillosa capacidad de admiración, su inocencia pura.
Y cuando en medio de todo este frío por perderlo todo, este exilio por no querer usar mascaras, y ser juzgado y condenado por atreverme a ser transparente, justo en medio de todo este dolor cuando estas a punto de soltar el ultimo aliento...conoces un alma como la de Marina y de repente todo se vuelve soportable, vivible, superable y hasta
aguantable por el privilegio de poder amarla y el honor de ser amado por tan impresionante ser.
Y el frío de esta mañana de febrero que calaba hasta los huesos... deje de sentirlo y fue reemplazado por una cálida brisa de amor divino.